Con este blog queremos ayudar a los propietarios de mascotas, mejorar la salud de sus animales domésticos y acompañarles en el difícil momento de su despedida.

Por qué la convivencia de un bebé con perros es beneficiosa

Bebé con perros

La convivencia de un bebé con perros puede ser una experiencia maravillosa para toda la familia. De hecho, existe una conexión natural entre ambos: los bebés suelen sentirse atraídos por los perros, y viceversa.

Los perros están capacitados para reconocer la vulnerabilidad de un bebé, por lo que, suelen mostrarse muy protectores con ellos. Cuando se crían juntos, pueden desarrollar una relación muy especial y convertirse en grandes amigos. La mayoría de adultos que han tenido la suerte de crecer junto a un perro, lo recuerdan como una de las experiencias más enriquecedoras de su infancia.

Cuáles son los beneficios de criar un bebé con perros

Cuando un bebé y un perro crecen juntos, ambos pueden obtener muchos beneficios a diferentes niveles.

Compañía constante

Uno de los motivos por los que es bueno tener perros con bebés es porque le ofrecen una compañía constante. Esto aporta al bebé una gran seguridad y tranquilidad. Incluso pueden llegar a dormir mejor sintiendo la presencia cercana de un perro.

Además, este vínculo favorece el desarrollo emocional de los dos. Pueden convertirse en compañeros de juegos y desarrollar una amistad especial que trasciende el idioma y la especie.

Desarrollo de la empatía

La empatía es una habilidad de la inteligencia emocional que se debe trabajar desde edades tempranas. Y una de las mejores formas de hacerlo es con la compañía de una mascota. La presencia de un perro en la familia ayuda a que el niño desarrolle empatía y amor por los animales desde muy pequeño.

Menos estrés y ansiedad

Los bebés suelen sentir paz y calma al estar cerca de sus perros, y el simple acto de acariciar su suave pelaje tiene un efecto relajante tanto en ellos como en el animal. En numerosas ocasiones, la interacción con el perro ayuda a que el bebé esté más tranquilo y menos irritable.

Un sistema inmunológico más fuerte

Otro beneficio destacable de convivir con un perro es que se fortalece el sistema inmunológico. Varios estudios han demostrado que los bebés que crecen en hogares con mascotas tienen menos probabilidades de desarrollar alergias y enfermedades respiratorias. Esto se debe a que la exposición temprana a diferentes bacterias y alérgenos que los perros traen consigo fomenta el desarrollo de defensas naturales en el bebé.

Desarrollo de la responsabilidad

Convivir con un perro también fomenta en los niños pequeños una mayor responsabilidad y el desarrollo de valores como el cuidado y la solidaridad. A medida que el bebé crece, aprenderá a entender que el perro es un ser que necesita atención, alimento y cariño. También deberá aprender a tener autocontrol y a respetar los límites de los demás.

Actividad física

Los bebés y los perros jóvenes tienen una energía parecida, por lo que pueden formar un dúo perfecto. Los perros, con sus ganas de jugar, animan a los niños a moverse, gatear y luego caminar. Actividades cotidianas como correr tras el perro, jugar a la pelota o simplemente seguir sus movimientos por la casa, estimulan el desarrollo motor del bebé.

Los niños y los bebés disfrutan de muchos beneficios cuando crecen con un perro, pero también ocurre a la inversa. Los perros con bebés son especialmente felices. La relación con un bebé ofrece al perro una nueva dimensión en su vida, ya que los niños suelen darles una atención constante y sincera. El hecho de tener a un niño cerca puede fortalecer su sentimiento de pertenencia a la familia, dándoles una sensación de propósito, ya que a menudo asumen un rol protector. Además, la interacción frecuente con un bebé o un niño pequeño hace que el perro se mantenga mucho más activo mental y físicamente.

Perros con bebés

Cómo hacer que tu bebé se lleve bien con tu perro

Para que esta relación funcione bien y la convivencia sea armoniosa, es fundamental seguir ciertos consejos.

Organizar un primer encuentro tranquilo

El primer encuentro entre el bebé y el perro es sumamente importante. La presentación debe hacerse con mucha calma y tranquilidad, respetando los espacios y los tiempos de ambos. Hay que lograr que el perro no se sienta invadido y que el bebé no se agobie. Para ellos, se necesita paciencia y nada de prisas.

Atención a las señales

Siempre hay que estar atentos a las señales de estrés, tanto del perro como del bebé, e intervenir si alguno de los dos muestra incomodidad. Es importante que haya una supervisión constante, ya que los bebés, en su curiosidad natural, pueden sobrepasar los límites del perro, lo que podría causar una reacción inesperada.

Un espacio para cada uno

También se recomienda establecer zonas claramente diferenciadas para el bebé y el perro. De esta manera, ambos tendrán sus propios espacios donde pueden descansar y sentirse seguros sin ser molestados.

Cariño para todos

Asimismo, es importante ser cariñoso tanto con el perro como con el bebé, para evitar que el perro desarrolle celos hacia el nuevo miembro de la familia. El proceso de adaptación puede llevar tiempo, así que es fundamental respetar ese ritmo y no forzar una relación apresurada.

Consultar con un educador

En caso de dudas, siempre es recomendable contactar con un educador canino profesional, que podrá orientar sobre cómo hacer las presentaciones de manera adecuada y proporcionar las pautas para una convivencia bonita, pacífica y armoniosa.

Bebés y perros: ¿qué pasa con la higiene?

Una de las inquietudes más habituales en las familias con niños y perros es la cuestión de la higiene. Incluso hay quien piensa que, por este motivo, es malo tener perros en casa con un bebé.

En este tema es esencial mantener algunas prácticas básicas para garantizar la salud tanto del bebé como del perro. Lo más importante es desparasitar al perro con regularidad, asegurarse de que sus vacunas estén al día y cepillarlo con frecuencia para reducir la cantidad de pelo suelto en casa.

Los baños pueden realizarse una vez al mes o cuando el perro vuelva muy sucio del paseo. Además, es recomendable aspirar la casa a diario para mantenerla limpia de pelos y polvo.

También se aconseja evitar que el perro lama la cara o las manos del bebé. Pero tampoco es necesario caer en una sobreprotección excesiva respecto a la higiene. Con seguir unas pautas razonables es suficiente para mantener un ambiente limpio y seguro para el bebé. La convivencia puede ser perfectamente saludable y beneficiosa si se aplican estas medidas de sentido común.

 

Ya ves que tener en casa a un bebé con perros puede ser muy beneficioso para toda la familia, siempre y cuando se sigan ciertas pautas para que todo vaya sobre ruedas. Si necesitas asesoramiento experto, escríbenos y te pondremos en contacto con el mejor profesional. En Hola Mascota tenemos todo tipo de servicios y productos enfocados al bienestar de las mascotas.

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