Mi gato me muerde: claves para evitarlo

Muchas personas expresan que “mi gato me muerde” y no saben cómo detener este comportamiento ni el motivo del mismo. Cada gato tiene una personalidad única que influye en su forma de ser y reaccionar y en la relación que establece contigo, aunque esté basada en el afecto y los mimos. Debido a su instinto cazador, algunos gatos pueden desarrollar comportamientos inesperados como morder en ciertos contextos, ya que están acostumbrados a este tipo de interacciones desde que son cachorros.

Por qué mi gato me muerde

Los gatos pueden morder por diversas razones. Generalmente, es parte de su comportamiento natural durante la caza, conflictos sociales o el juego. En el caso de mordeduras a personas, es común durante sesiones de juego y caricias. Sin embargo, también pueden morder por miedo, demanda de atención, frustración, o, en ocasiones, debido a problemas médicos. A continuación, te dejamos las razones más habituales.

Para jugar contigo

Si desde que era pequeño has dejado que tu gato mordisquee tus manos, entenderá que es aceptable hacerlo también de adulto. Es importante corregir este comportamiento desde temprana edad. Incorporar juguetes en las rutinas de juego es ideal, ya que estimula su instinto cazador sin poner en riesgo tus manos.

Porque ya no quiere que le toques más

Si notas que tu gato se muestra inquieto o irritable mientras lo acaricias, es mejor parar y dejarlo tranquilo. A veces la gente se queja de que “mi gato me muerde fuerte de la nada” y el problema es que no se están respetando los límites del animal. Observarlo te ayudará a determinar qué tipo de caricias prefiere y cuándo. Seguramente, él buscará nuevamente tus caricias cuando se sienta más receptivo.

Porque te quiere mucho

A veces, los gatos pueden morder como muestra de cariño y arrebatos de amor. En estos casos, pueden fijar los dientes con delicadeza sobre tu piel para expresar afecto, como un suave pellizco. Pero si no ha tenido la posibilidad de desarrollar este comportamiento socializando con otros gatos cuando era bebé, podría tener dificultades para controlar la fuerza de la mordida y hacerte daño accidentalmente. Si te preguntas por qué mi gato me muerde, el amor podría ser el motivo.

Por miedo o inseguridad

Los gatos pueden sentir miedo o intimidación en situaciones fuera de su control, lo que los lleva a sufrir estrés y, a veces, a morder. Algunos cambios en el entorno o la presencia de otros felinos también pueden desencadenar este comportamiento. Es importante comunicar estas situaciones al veterinario para obtener consejo sobre cómo minimizarlas. 

Porque se encuentra mal

Ciertas enfermedades, como el virus de la inmunodeficiencia felina o el hipertiroidismo, pueden provocar agresividad en los gatos. También puede ser que esté experimentando algún dolor y rechace todo tipo de contacto físico. Lo mejor es consultar a un veterinario para descartar cualquier patología física, antes de abordar el comportamiento como un problema de conducta.

En todos los casos, si tu gato te muerde, no retires la mano bruscamente. En su lugar, intenta distraerlo con un juguete y apártate lentamente sin rechazarlo.

Cómo hacer que tu gato deje de morderte

Lo mejor es corregir los problemas de conducta desde que son gatitos, pero la realidad es que esto no siempre es posible, ya que hay muchas adopciones que se producen cuando el gato ya es adulto. Estas son algunas pautas muy importantes que debes seguir si te preguntas cómo evitar que mi gato me muerda.

Ofrécele juguetes

Es muy importante enseñar a tu gato a concentrar su energía de juego en los juguetes en lugar de en tus manos o pies. Cuando veas que está emocionado y juguetón y tiene intenciones de agarrarte, es el momento de enseñarle que solo puede “cazar” los juguetes.

Cuando salte sobre tus pies o te muerda las manos, reacciona quedándote quieto y evita responder para no iniciar el juego. Dirige su atención hacia un juguete, lanzándole una pelota o mostrándole un plumero. Esto ayuda a redirigir su instinto de caza de manera segura.

Deja de jugar en cuanto muerda

Detén el juego e ignora al gato si el juego se vuelve demasiado intenso. Cuando ocurra esto, aléjate y no le des atención ni recompensas. Dejarlo solo para que se tranquilice sin interacción, sin hablar ni mirarlo, durante 5-10 minutos es una buena manera de detener el juego agresivo. Es algo que hacen los gatos entre ellos de forma natural, así que entenderá rápido lo que le está queriendo comunicar. Repite este proceso cada vez que se comporte agresivamente y pronto aprenderá que ese comportamiento no es aceptado y solo resultará en falta de atención.

Comunícate sin gritarle

Tu voz puede ser efectiva para comunicarle a tu gato cómo te sientes. Para detener un juego brusco con mordiscos y arañazos, utiliza una orden breve como “¡ay!”. Este sonido, combinado con ignorar al gato cuando se comporta de esta manera, puede hacerle entender que no te gusta.

Eso sí, es importante que no le grites, ni hagas gestos bruscos. Siempre utiliza un tono tranquilo y mantén la calma. Tu gato no entenderá un enfado excesivo, incluso podría hacer que se asustase y empeorar la situación.

Juega con él un rato cada día

También es importante que juegues cada día un rato con tu gato para establecer una rutina y ayudarlo a liberar energía y tensiones. Sesiones de juego de 10-15 minutos dos o tres veces al día pueden mejorar su relación contigo y mantenerlo feliz y relajado en casa.

Acude al veterinario

Si tu gato sigue mordiendo o arañando, o muestra una agresividad inusual, debes consultar cuanto antes con el veterinario para asegurarte de que no tenga problemas de salud. El dolor o la enfermedad pueden alterar el comportamiento normal de tu gato y hacer que reaccione de forma defensiva.

Crea un entorno adecuado

Para ayudar a tu gato a sentirse más tranquilo y reducir la probabilidad de que te muerda y te haga daño, es importante crear un entorno tranquilo y enriquecedor. Debes proporcionar suficientes recursos para cada gato, como escondites, camas, areneros, acceso a comida y agua fresca, juguetes y rascadores de diferentes tipos. Esto garantiza que tu gato tenga todo lo que necesita y se sienta seguro en su entorno. No olvides tampoco proporcionarle áreas elevadas donde pueda descansar y observar su entorno.

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